Ruta de los Panteones Reales de Aragón
Cinco son los panteones reales localizados en Aragón: los Monasterios de San Juan de la Peña (Botaya, Jaca), San Pedro el Viejo (Huesca), Santa María de Sijena (Villanueva de Sijena) y San Victorián (El Pueyo de Araguás) y el Castillo Abadía de Montearagón (Quicena). Estos enclaves fueron lugar de enterramiento de los primeros monarcas aragoneses y sus familias y están fuertemente vinculados con la historia de Aragón en sus orígenes como Reino.
La ruta Panteones Reales de Aragón pretende dar a conocer los lugares de enterramiento de los reyes de Aragón en territorio aragonés y se plantea como un recorrido circular en el que destacan cinco enclaves que son, o han sido en algún momento, panteón real aunque en la actualidad no todos conservan restos de los monarcas por diferentes motivos. Los monasterios de San Juan de la Peña, San Pedro el Viejo, Santa María de Sijena y San Victorián y el Castillo de Montearagón son el eje central de esta ruta en la que también se ponen en valor otros lugares de interés histórico, artístico, cultural o natural de Aragón.
Panteones Reales de Aragón
Se establece como punto de partida la ciudad de Huesca. En ella puede visitarse el Monasterio de San Pedro el Viejo, donde se hallan los restos de Alfonso I “El Batallador” y de su hermano Ramiro II “El Monje”. A unos 8 kilómetros de distancia, en las cercanías de Quicena se alza el Castillo Abadía de Montearagón fundado por Sancho Ramírez. Ostenta la condición de antiguo panteón real ya que en su cripta estuvo enterrado Alfonso I hasta 1845, año en que fue trasladado a San Pedro el Viejo.
El próximo destino es el Monasterio de San Juan de la Peña, lugar de enterramiento de Ramiro I, Sancho Ramírez y Pedro I, los tres primeros reyes de la Casa de Aragón. El conjunto de San Juan de la Peña se completa con el Monasterio Nuevo, localizado en el cercano llano de San Indalecio.
Desde Jaca, el trayecto sigue en dirección a Sabiñánigo hasta llegar al Monasterio de San Victorián, en el Pueyo de Araguás. La iglesia de este cenobio acogió los restos de Íñigo Arista y Gonzalo I, reyes legendarios de Sobrarbe. Se trata probablemente del monasterio más antiguo de España, cuyos orígenes se remontan al siglo VI.
A unos 40 km. se encuentra la última parada de la ruta; el Monasterio de Santa María de Sijena, ejemplo destacado de los estilos románico tardío y cisterciense que estuvo muy ligado a la familia real y a la alta nobleza aragonesa. En su iglesia se conservan, entre otros, los sepulcros de la reina Sancha de Castilla y de su hijo Pedro II, último monarca enterrado Aragón, sin embargo no se conservan sus restos ya que fueron profanados en el saqueo e incendio del cenobio durante la Guerra Civil.