Historia
Construcción original. Siglo
X
No están muy claros los motivos de la fundación de este monasterio en la sierra donde ahora se localiza. Se tiene constancia literaria sobre el asentamiento de eremitas en esta zona, entre ellos los hermanos Voto y Félix y de la construcción, en el siglo X, de una iglesia prerrománica dedicada a san Julián y santa Basilisa. En el mismo siglo se funda un pequeño centro monástico dedicado a San Juan bautista desde el cual se pudiera administrar y controlar la región. Sin embargo será en el siglo XI cuando el cenobio se convierta en un gran centro político y religioso gracias a las donaciones de monarcas y señores, tanto aragoneses como navarros. Sancho Garcés III, rey de Pamplona, introduce la regla de San Benito en 1028, por lo que se instalan en San Juan de la Peña monjes huidos del monasterio francés de Cluny. El Monasterio se renombra como San Juan de la Peña alusivo a su peculiar emplazamiento. En 1071 se reza por última vez bajo el rito mozárabe y se utiliza por primera vez en la península el rito romano. Durante el siglo XI se convierte en panteón de reyes y mausoleo de nobles, sus principales benefactores. Se incluye como uno de los centros de peregrinaje en la vía procedente de Francia del camino a Santiago de Compostela.
Ampliación. Siglo
XI - XII
Durante el reinado de Sancho Ramírez se amplía el conjunto. El monarca anhelaba convertir la región en un gran centro religioso por lo que encarga la construcción de una nueva iglesia, la iglesia alta, que se terminará en el año 1094. El nuevo templo se consagra en presencia de su hijo Pedro I, seis meses después de su muerte. En los siglos posteriores se añaden nuevas dependencias acordes con la importancia del centro monástico, a pesar del declive que sufre durante el siglo XII por los continuos conflictos entre los monjes y los obispos de Jaca, Huesca y Zaragoza y por el cese de donaciones de la corte.
Siglo
XV - XVII
La decadencia del monasterio se acentúa desde principios del siglo XIII. Al abandono económico de sus donantes se unen las malas condiciones geográficas y climáticas del edificio, A partir del siglo XV se introducen reformas artísticas como la capilla gótica de San Victorián construida para panteón abacial. En el siglo XVI el abandono institucional del monasterio es un hecho, cuando el papa Pío V separa la diócesis de Huesca de la de Jaca. Para dotar la nueva sede de la Jacetania se utilizan propiedades del monasterio de San Juan de la Peña, situación que acelera la devacle económica de esta comunidad religiosa. Otro duro golpe a la pervivencia de los monjes en San Juan de la Peña se produce en 1675, tras un gran incendio que provoca la destrucción de muchas de sus dependencias. Los monjes hacen frente a este incidente y deciden la construcción de un nuevo monasterio situado en la cercana llanura de San Indalecio.
Siglo
XVIII - XIX
En el antiguo monasterio solo permanecieron dos monjes que se ocupan de su mantenimiento. En 1770 se remodela en estilo neoclásico, el panteón real por el estado de abandono de los sepulcros. La Guerra de la Independencia, acontecido un siglo después, supone la destrucción del monasterio nuevo por parte de los franceses y su expolio. La vida monacal desaparece del conjunto monástico en 1835 por la desamortización de Mendizábal y la primera guerra Carlista.
Cambio de propiedad. Siglo
XIX
Con la desamortización de Mendizábal el edificio pasa a ser propiedad nacional. En 1843 el Estado cede el conjunto monástico a la Diputación de Huesca para su mantenimiento. En 1890 la Diputación devuelve el bien renunciando a su propiedad.
Declaración. Siglo
XIX - XXI
En 1889 obtiene el título de Monumento Nacional y en 1920 es declarado Sitio Nacional por el rey Alfonso XIII. El Gobierno de Aragón completa su declaración como Bien de Interés Cultural con la protección del conjunto monástico y su entorno el 2 de febrero de 2004.
Restauración. Siglo
XX - XXI
El primer proyecto de restauración es ideado por el arquitecto Ricardo Magdalena a principios del siglo XX. La restauración más completa se realiza a finales de este siglo, por iniciativa del Gobierno de Aragón, en varias campañas llevadas a cabo entre 1984 y 2009. En 1984 con el arquitecto Ramón Bescós se interviene en aspectos relacionados con la estructura del edificio y en la restauración de las pinturas interiores por Liberto Anglada. Entre 1987 y 1988 se consolidan e impermeabilizan las bóvedas y otros elementos exteriores y se procede a la reposición de las cubiertas. Las intervenciones realizadas en años posteriores han tenido como objeto el mantenimiento del monasterio. El presupuesto con el que se ha contado para estos trabajos desde 1984 es de 600.066 euros.
Restauración. Siglo
XXI, 2012-11-30
En noviembre de 2012 concluyen las obras de restauración del Panteón de los Nobles y de las pinturas murales de la iglesia inferior del monasterio viejo de San Juan de la Peña. Los trabajos comenzaron en septiembre de 2011, financiados por el Gobierno de Aragón con un presupuesto de casi 70.000 euros.
Musealización. Siglo
XXI, 2018
En 2018 se acondicionó el panteón real medieval y se musealizó el espacio de la masadería con información sobre el linaje de los reyes de Aragón.
Musealización. Siglo
XXI, 2020
En julio de 2020 los reyes de España inauguraron la renovación del espacio expositivo que dedica una de sus salas a la figura de Pedro Pablo Abarca de Bolea, X conde de Aranda, cuyos restos descansan en el panteón de nobles del monasterio y otras dos estancias que muestran a la historia y arte del cenobio.
Restauración. Siglo
XXI, 2022
En 2022 la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón llevó a cabo trabajos de restauración en las arquerías de claustro. En 2019, la dirección deneral ya intervino de emergencia en dieciocho capiteles. Previamente, había experimentado dos importantes restauraciones durante el siglo XX, una en 1934 y otra en 1999.