Las circunstancias parecen abatirse sobre la figura de Isidro Trigo: la familia, la pareja, sus compañeros de trabajo, las redes sociales… aquello que ha constituido su vida hasta ahora amenaza con venirse abajo. Más o menos a mitad de su existencia probable, un amargo presentimiento se cierne sobre él como un inapelable fallo judicial: todo lo que ha vivido hasta ahora es nada, puro vacío, una descomunal suma de mentiras a las que no sabe cómo dar respuesta. Entre tanto desaliento, lo único que le consuela es la música de Bach, en especial su célebre pieza “Variaciones Goldberg” interpretada por el inefable Glenn Gould. Aun así, quizá quede tiempo para algo más, sea lo que sea y lo lleve adonde lo lleve, bien solo o en compañía. La cuestión es si será capaz de lograrlo prescindiendo de una vez por todas de las mentiras.
Todas de las mentiras
Carlos Manzano