La llegada del Cristianismo no hizo más que cristianizar el valor religioso de la piedra. De esta manera, y especialmente a partir de la Edad Media, en las nuevas villas y aldeas que se repoblaban se erigían cruces en lugares relevantes como afirmación de la presencia religiosa. Cruces fueron también los signos que a lo largo de los siglos sirvieron para delimitar los términos municipales y los linderos entre particulares. Los caminos hacia las ermitas construidas en lugares elevados o a las afueras de los núcleos de población se llenaron de cruces para representar las catorce estaciones de penitencia: se crearon así los calvarios con los que se reproducía el rito del vía crucis. Esta publicación presenta un completo inventario de todas las cruces, cruceros y peirones de la comarca de las Cinco Villas, los describe, da precisa información sobre su ubicación antigua o actual y proporciona una valiosa documentación gráfica de cada una de estas joyas del patrimonio histórico-cultural.