Eduardo Chicharro y Agüera destacó como uno de los pintores más célebres de su época, cosechando numerosos reconocimientos. Su pintura se distingue por un dominio excepcional del dibujo, un manejo magistral del color y una evolución que lo llevó desde un costumbrismo casi teatral hasta un simbolismo espléndido. Sus obras se caracterizan por el sentido decorativo, la riqueza cromática y la minuciosidad en el detalle. Ingresó en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en 1922, donde ofreció el discurso «Ciencia y arte del colorido», obra indispensable para artistas o amantes del arte, con respuesta de Marceliano Santa María.
En 1944, el Museo Nacional de Arte Moderno de Madrid le dedicó una retrospectiva. En ese marco, su hijo, el escritor y artista Eduardo Chicharro Briones, pronunció la conferencia «Tres aspectos en la pintura del maestro», considerada una lectura obligatoria para los que deseen profundizar en la obra de Chicharro y Agüera.
Además de estos escritos, el volumen incluye un texto inédito de Antonio Chicharro Papiri, nieto de Agüera, hijo de Briones, quien añade un testimonio directo y familiar de su trato con ambos artistas.