Las fiestas de Andorra, en especial las de su patrón San Macario, han contado siempre con la emblemática e insustituible presencia de los gigantes y cabezudos. Al son de la gaita y el tambor en los primeros años, después con el acompañamiento de la banda de música y, desde finales de los años 90, con la colla de dulzaineros La Martingala, sus siluetas danzarinas y coloristas destacaban en las dianas, pasacalles y procesiones festivas haciendo las delicias de chicos y mayores.
Coordinadores de la publicación: José Ángel Aznar Galve y Nicolás Escudero Panillo