Puente de Anzánigo

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Puente de Anzánigo. Foto: Luis Franco

El origen del puente de Anzánigo – al menos el de su localización – pudiera remontarse a época romana, ligado en todo caso a la ruta que comunicaba Osca y Caesaraugusta con los valles pirenaicos, la cual en aquella época discurría hasta aquí, por la margen izquierda.

Se trata de un puente de construcción tradicional en piedra, que salva el cauce del rio Gállego a su paso por Anzánigo, de gran desarrollo en planta (102 m de longitud), con cinco ojos de diferentes tamaños abiertos bajo bóvedas de medio cañón, dos de ellas ligeramente apuntadas. Cuenta con perfil en lomo de asno, que pudo ser sensiblemente simétrico en origen, también con otros tantos tajamares de planta triangular, coronados por pirámides escalonadas. En sus fábricas, se aprecian reparaciones y varias fases constructivas, algunas procedentes de tiempo inmemorial, pudiendo quedar algún resto del siglo XIII, siendo más plausible que las más antiguas vistas, que han llegado hasta nosotros, procedan del siglo XVI.

Hay datadas varias reparaciones de importancia, la última se realizó en 1926 y consistió en la reconstrucción del ojo de mayor tamaño, el cual pudo colapsar por sobrecargas relacionadas con la construcción de la central hidroeléctrica de Anzánigo. Esta estructura de tipo medieval fue ampliada en 1931, para adaptarla a los cambios de la época derivados de la llegada del ferrocarril, con lo que ello supuso, en cantidad y calidad, para el tráfico de vehículos que debían atravesar el puente , así como de la generalización del uso del automóvil. Esta ampliación, supuso el recrecido progresivo hacia los estribos de la estructura del puente para disminuir sus pendientes, haciéndolo más cómodo y transitable. Dicha reforma fue asumida por el puente con dignidad, habiéndose adaptado a los requerimientos de esa época de los cambios propios del siglo XX, sin haber sido sustituido y sin alterar su esencia constructiva. Esto último, debido a que se conservó la estructura de tipo medieval que lo caracteriza y por haber sido recrecido y ampliado con las mismas técnicas y materiales tradicionales de la construcción original. Técnicas con los matices característicos de las construcciones realizadas por la administración, vinculadas con carreteras o ferrocarriles, propias de la primera mitad del siglo XX.

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