La Iglesuela del Cid es una localidad situada en el Maestrazgo de Teruel, dividida por dos ríos. Su casco antiguo fue declarado Bien de Interés Cultural en 1982 por conservar importantes edificios, civiles y religiosos, ejemplares de la arquitectura realizada en Aragón desde la Edad Media.
El origen de esta población se remonta a su consideración como villa durante el medievo, si bien iberos y romanos se asentaron en la zona con anterioridad. Tras la reconquista del actual Maestrazgo a los musulmanes la custodia de la villa fue encomendada a la orden del Temple en el siglo XIII y un siglo más tarde a la orden del Hospital. La población se protegió con una muralla y con un castillo templario, cuya torre del homenaje es la actual Torre de los Nublos, convertida en sede del ayuntamiento del municipio. Se ubica en la Plaza Mayor junto a la iglesia parroquial de la Purificación y la Casa Blinque. La iglesia de la Purificación mantiene su cabecera original gótica, aunque este templo sufrió varias reformas en siglos posteriores. Presenta en la actualidad la estructura y decoración de una ampliación que tuvo lugar durante el Barroco.
El desarrollo de la población se produce durante el Renacimiento, esplendor reflejado en bellas muestras arquitectónicas que se construyeron hasta principios del siglo XIX. Así entre la Plaza Mayor y la calle Ondevilla encontramos el Palacio de los Matutano- Daudén del siglo XVIII, actualmente rehabilitado como Hospedería. Frente a este edificio se presenta otro de la familia Daudén, de menores dimensiones, y los Palacios de Guijarro y los Aliaga situados en la calle San Pablo. En torno a la calle Mayor se levantó uno de los palacios barrocos más significativos de este conjunto histórico, como es el Palacio Agramunt.
Próximo a La Iglesuela del Cid se encuentra el Santuario de la Virgen del Cid, un centro devocional formado por una ermita y una hospedería. La construcción original se remonta al siglo XV, cuando en este lugar se erigió una ermita sobre un antiguo monumento funerario romano, en honor a una talla de la virgen allí encontrada en el siglo XII. Del mausoleo romano, datado en el siglo I, todavía quedan restos arqueológicos. Según la tradición, el Cid visitó este lugar en varias ocasiones, aunque no hay datos documentales de este hecho.
Además, gran parte del término municipal de La iglesuela del Cid ha sido declarado área de interés etnológico por poseer muestras arquitectónicas realizadas con la técnica de piedra seca.