Centro Cultural del Antiguo Matadero

El antiguo Matadero Municipal de Huesca es un ejemplo de arquitectura industrial de 1900, obra del arquitecto Manuel Pardo Pérez. El conjunto original estaba formado por diversos pabellones que hoy se han reutilizado como Centro Cultural, añadiéndose construcciones de arquitectura más novedosa. En su construcción se combina el carácter funcional e industrial para el que fue concebido con un lenguaje estético que aúna distintas tradiciones constructivas bajo un estilo eclecticista.

Así, este edificio se caracteriza especialmente por la utilización del ladrillo y el hierro de manera decorativa y la utilización de elementos constructivos tomados de la arquitectura mudéjar, clásica y modernista.
 
El conjunto estaba compuesto por un conjunto de edificaciones, dispuestas con una gran diafanidad y funcionalidad en una parcela cerrada de 5.430 metros cuadrados. La distribución del conjunto de construcciones estaba sometida a una estructura simétrica: la fachada principal se encontraba flanqueada por los pabellones del conserje y el administrador, ambos de planta cuadrada y construidos en ladrillo con sillería reforzando las esquinas y zócalos; en el interior, en torno a un patio central, se disponían simétricamente los dos pabellones principales, orientados transversalmente respecto a la fachada y a ambos lados de estos, en los extremos norte y sur, se disponían sendas naves-establo. Asimismo en el recinto hay otras construcciones auxiliares, muy novedosas para su tiempo, como el depósito de agua, temprana muestra del uso del hormigón armado en Aragón.

Todavía se conserva el edificio principal central, que en origen se componía de dos naves laterales rectangulares separadas por un patio actualmente cerrado por un espacio nuevo.

El interés de este edificio radica en su estructura y la buena combinación de materiales tradicionales y modernos. Hay que destacar también los remates de las fachadas con peculiares cabezas de animales talladas en piedra.