Se trata de una talla en madera policromada de la Virgen del Romeral, perteneciente al Museo Diocesano de Barbastro (Huesca) y procedente de la ermita del Romeral de Puy de Cinca (Huesca).
Es una escultura en madera de pino policromada (carnaciones al óleo y vestiduras al temple) y dorada en oro fino, de autor desconocido y atribuida cronológicamente al siglo XIV. En altura, alcanza los 46,5 centímetros.
La talla representa a la Virgen de pie con el Niño en su brazo izquierdo, el cual sostiene a su vez la esfera «mundi» (redentor del mundo) en su mano izquierda. Tocada con una pequeña corona-diadema sobre mantilla, estofada en la parte externa con florecillas blancas sobre oro, y en la interna con la misma decoración del interior del manto. Lleva los cabellos sueltos y ondulados.
La parte superior del cuerpo y el exterior del manto, son de oro, de igual modo que el vestido del Niño. La vuelta del manto y mantilla de la Virgen se decoran con estofados, con línea horizontal en oro y azul oscuro. El vestido, sin embargo, con la misma decoración lineal azul, no tiene oro de base, sino que se decora con un estofado directamente aplicado sobre el bol.
Las vestiduras están tratadas con gran profusión de detalles y pliegues, mientras que la anatomía adolece de esquematismo y falta de esa naturalidad con la que el escultor ha trabajado los paños.
Los zapatos son cerrados y redondos, típicos del periodo barroco. El Niño lleva los pies desnudos.
Ambos tienen practicados en la parte superior de la cabeza sendos orificios para recibir la corona y las potencias respectivamente.
La Virgen porta corona real, con aureola de nubes entre las que aparecen tres querubines, rodeada de rayos y rematada por estrellas, como Reina de los Cielos. Alterna los colores plata y oro: Oro para la corona real, plata para las nubes y, nuevamente, oro en los querubines, rayos y estrellas.