Tumba de María Domínguez Remón del Cementerio de Fuendejalón

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La exhumación y posterior identificación genética de los restos María Domínguez Remón en el Cementerio de Fuendejalón, confirmarían la identidad de dichos restos como pertenecientes a quien fue la primera alcaldesa elegida en el período democrático correspondiente a la II República y asesinada en el Cementerio de Fuendejalón el 7 de septiembre de 1936 por los partidarios de la sublevación facciosa iniciada el 18 de julio de 1936 tras el cual se desencadenó la cruenta Guerra de España de 1936-1939.

María Domínguez Remón fue una víctima de la represión fascista, una más de los miles que sufrieron una trágica muerte como consecuencia de su fidelidad a los ideales democráticos republicanos y por su defensa de la justicia social, todas las cuales merecen la misma dignidad, reconocimiento y memoria. No obstante, en el caso de María Domínguez, su figura tiene un significado especial dado que representa un ejemplo de una mujer que superó la pobreza, el analfabetismo, la violencia doméstica que sufrió durante 7 años en su primer matrimonio y que, pese a todo ello, con un constante esfuerzo y tenacidad personal, superó todas estas adversidades para, con su esfuerzo autodidacta, convertirse en maestra, periodista, activista republicana, defensora de los ideales de emancipación femenina, del laicismo y del socialismo, llegando a ser la primera mujer alcaldesa elegida durante un período democrático como lo fue la Segunda República, razón por la cual ocupó la alcaldía de la localidad de Gallur durante el período comprendido entre el 28 de julio de 1932 y el 6 de febrero de 1933. Todo un ejemplo de mujer libre y progresista totalmente contrario al concepto de mujer sumisa y dominada que propugnaban los partidarios de la sublevación fascista, por lo cual no dudaron en asesinarla en los primeros meses de la Guerra de España.

Resulta importante desatacar el hecho de que, por primera vez, una mujer llegaba, durante un período democrático, a la alcaldía de un municipio en España. En este sentido, hay que indicar que, cuando se alude a que la primera alcaldesa de España fue Matilde Pérez Mollá, designada para presidir la corporación municipal de la localidad de Cuatretondera (Alicante) durante los años 1924-1930, habría que matizar que ello tuvo lugar durante el período de la Dictadura del General Miguel Primo de Rivera (1923-1930), durante el cual se suspendió la Constitución de 1876 hasta entonces vigente y que, para ocupar el cargo fue designada por el entonces gobernador civil de Alicante, el general Cristino Bermúdez de Castro, por todo lo cual se trataba de un período de dictadura y, de este modo, se confirma que María Domínguez, ciertamente, fue, como decíamos anteriormente, la primera alcaldesa en período democrático en la historia de España.

María Domínguez Remón, había nacido en Pozuelo de Aragón el 1 de abril de 1882 en el seno de una familia humilde de campesinos y apenas pudo ir unos pocos años a la escuela, por lo que su formación fue autodidacta.

Tuvo una amplia trayectoria personal y pública, especialmente, durante los años de la Segunda República. Destacando como periodista, poetisa, política republicana socialista y feminista. Publicó artículos de prensa en diversos diarios tales como Ideal de Aragón y Vida Nueva, soliendo firmar, de forma irónica, como «María la tonta», colaboró en actos de propaganda republicana, dio conferencias pidiendo igualdad y derecho al voto para la mujer e incluso publicó el libro Opiniones de mujeres (1934).

Tras contraer matrimonio con Arturo Romanos Borobia, su segundo esposo, se estableció en Gallur y su pensamiento fue evolucionando hacia el socialismo, convirtiéndose en una activa militante, al igual que su esposo, participando en la constitución de la sección local de la UGT y publicando diversos artículos en el semanario Vida Nueva, el órgano del PSOE y de la UGT zaragozana.

Cuando estalló el golpe de Estado del 18 de julio de 1936 contra la legalidad constitucional republicana, María Domínguez, significada políticamente como estaba, se negó a unirse a los vecinos de Gallur que pretendían huir a Francia huyendo de la represión fascista desatada y, en cambio, buscó refugio en su pueblo natal, en Pozuelo de Aragón, en casa de su hermana Jacoba. No obstante, pese a ello, fue detenida y posteriormente trasladada al cercano pueblo de Fuendejalón en donde fue asesinada extrajudicialmente el 7 de septiembre de 1936. La misma trágica suerte sufrió su esposo, Arturo Romanos Borobia, militante socialista, el cual sería asesinado igualmente en el Cementerio de Tabuenca unos días después que María, posiblemente, el 13 de septiembre de 1936.

La localización de la fosa donde fue asesinada María Domínguez ha sido relativamente fácil, dado que todos los datos y testimonios sobre este trágico eran coincidentes. De este modo, se transmitió de forma oral durante años un lugar concreto del Cementerio de Fuendejalón: cerca de la esquina del antiguo recinto civil del Cementerio, el cual, como señalan las investigadoras Julia Cifuentes y Pilar Maluenda, se hallaba «al pie de un ciprés», un lugar, donde añaden, «durante mucho tiempo no faltó alguien que depositara flores en su nombre». En el referido lugar, hubo una vieja lápida que recordaba a María Domínguez, lápida que, en el verano de 2004, fue sustituida por una nueva sufragada por la Agrupación Socialista de Fuendejalón.

La excavación, promovida por la Asociación de Familiares de Amigos de Asesinados y Enterrados en Magallón (AFAAEM) y financiada por el Gobierno de Aragón, culminó el día 31 de enero de 2021 cuando se hallaron unos restos óseos en dicha zona, supuestamente pertenecientes a María Domínguez, y que las pruebas genéticas realizadas por el Laboratorio Citogen, han confirmado. Junto a dichos restos esqueléticos, con el cráneo fracturado por un tiro de gracia, aparecieron diversos objetos (una peineta, cuatro horquillas y dos botones) que, sin duda, corroboraban la condición femenina de la víctima.

Por otra parte, en el Registro Civil de Fuendejalón, consta inscrita la defunción de María Domínguez el día 8 de septiembre, indicándose igualmente en el mismo que era natural de Pozuelo de Aragón, que tenía 55 años y que estaba domiciliada en Gallur. En cuanto a las circunstancias de su asesinato se señala que falleció el día anterior, el 7 de septiembre «a las diez y siete horas» a consecuencia de «heridas de arma», y se indica que «su cadáver habrá de recibir sepultura en el Cementerio de este pueblo».

Con la posterior identificación genética de los restos óseos y su identificación como correspondientes a María Domínguez Remón, se recupera una parte de la historia y la memoria colectiva de Aragón, la de una persona de indudable relevancia por todos los valores antes indicados y, por ello, se cumple plenamente la justicia reparadora que es la razón de ser la memoria democrática para una mujer a la cual Carmen Calvo, vicepresidente del Gobierno de España, como «una gran luchadora por el socialismo y el feminismo». Por los motivos expuestos queda plenamente justificada la declaración de la tumba de María Domínguez Remón del Cementerio de Fuendejalón como Bien de Interés Cultural, lugar de memoria democrática.

Historia

El Boletín Oficial de Aragón del día 27 de diciembre de 2021 publica el Decreto 178/2021, de 15 de diciembre, del Gobierno de Aragón, por el que se declara la tumba de María Domínguez Remón del Cementerio de Fuendejalón (Zaragoza), como Bien de Interés Cultural, en la categoría de Conjunto de Interés Cultural, Lugar de memoria democrática de Aragón.
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