Crivillén es atravesada por la Calle Mayor en la que se sitúa, en el extremo Oeste, la iglesia parroquial de San Martín, construida en el siglo XVII. Su torre de estilo mudéjar, levantada en el lado de la epístola, es una potente estructura que domina totalmente el caserío asentado al abrigo del valle del Escuriza.
La torre mudéjar constituye la parte más interesante de este conjunto barroco. Posee un potente volumen de acusada verticalidad realizada en piedra y ladrillo. Consta de cinco cuerpos y de planta mixta, el cuerpo inferior de planta cuadrada y el resto de planta octogonal.
El primer cuerpo se diferencia del resto además por su planta cuadrada por estar realizada en sillar y por la separación del resto de la torre por medio de una moldura de ladrillo y un tejado que recorre todo el perímetro de la iglesia. El segundo cuerpo, de planta octogonal presenta en alternancia columnas adosadas en los lados con arcos de medio punto con cruces inscritas y decoración de ladrillo en la parte inferior. El tercer y cuarto cuerpo presentan la misma estructura, ocho vanos un vano de medio punto doblado separados por pilastras en los ángulos. El último cuerpo, de mucho menor tamaño que el resto, presenta óculos abiertos en todos sus lados separados por pilastras. La torre se remata con una cúpula de ladrillo.
Al interior la torre es hueca con una escalera de ángulo que llega hasta el cuerpo de campanas.