Segeda I, Segeda II y el Campamento

El área arqueológica de Segeda, está ubicada en los términos municipales de Mara y Belmonte de Gracián. Comprende los yacimientos de Segeda I, en El Poyo de Mara, Segeda II, en Durón de Belmonte y El Campamento, en los Planos de Mara. Los  tres yacimientos arqueológicos tienen una gran magnitud. Dos de ellos corresponden a la ciudad de Segeda y el tercero pertenece a un campamento.

Segeda o Sekeida fue una importante ciudad celtibérica de la etnia de los belos y que, a pesar de encontrarse en territorio conquistado por Roma, pudo acuñar su propia moneda. Entre los años 179 y 154 a.C. vivió un periodo de desarrollo económico y de expansión geográfica al someter políticamente a poblaciones vecinas y obligar a sus habitantes a trasladarse a la propia Segeda. Este desarrollo y la negativa por parte de Segeda a pagar tributos a Roma se ven como las principales causas de que en el año 154 a.C. Roma le declarase la guerra a la ciudad y como consecuencia fuese destruida por el cónsul romano Nobilior en 153 a.C. Segeda fue el motivo que Roma tomó para desencadenar las guerras celtibéricas, que finalizarían en el año 133 a.C. con la caída de Numancia.

El yacimiento denominado Segeda I corresponde con esta ciudad cuyo crecimiento se desarrolló en dirección Este. Su flanco Norte está delimitado por una muralla, mientras que en el Sur se aprovechó el desnivel del río Perejiles.

Hacia el año 133  a.C., una vez finalizadas las guerras celtibéricas, se fundó «ex novo» junto a las ruinas de Segeda, una nueva ciudad con el mismo nombre que se localiza en Durón de Belmonte de Gracián. Ésta fue destruida con motivo de las guerras sertorianas. Sus restos corresponden al yacimiento denominado Segeda II. Éste tiene forma cuadrangular, delimitado en tres de sus flancos por el foso que se excavó y que actualmente se conserva. El interior de la ciudad se encontraba completamente urbanizado.

El tercero de los yacimientos, localizado en la partida de Planos de Mara, es el conocido como El Campamento y se halla a unos 4 kilómetros al Sur de Segeda. Se trata de un campamento donde se asentaron las tropas romanas que sitiaron la ciudad. Dataría del período republicano y su importancia puede parangonarse con otros más estables identificados con el cerco de Numancia. Los materiales arqueológicos que allí se han recogido datan del siglo II a.C. y predominando los fragmentos de ánforas.

El hecho de que Segeda no llegase hasta la época romana imperial crea en los dos yacimientos conservados (Segeda I y Segeda II) una reserva arqueológica única para el conocimiento de los celtíberos y su proceso de integración con Roma.