El Santuario de San Úrbez de Nocito es un conjunto formado por la iglesia y el monasterio adosado a ella. La iglesia fue levantada en origen en el siglo XII en estilo románico y fue profundamente reformada durante el siglo XVI cambiándose su orientación y ampliándose y en el siglo XVII, cuando se sustituyeron las cubiertas por bóvedas de cañón con lunetos. Actualmente, como resultado de dichas reformas, se conservan en el interior tanto restos románicos (pinturas, relieves, etc.) como pinturas y yeserías barrocas.
Se trata de un edificio construido con sillares de piedra bien escuadrados. Posee una sola nave, crucero y cabecera, con dos capillas laterales en el tercer tramo que en planta forman una cruz latina. La nave se divide en cuatro tramos y se cubre mediante bóveda de cañón con lunetos. Existe un coro alto a los pies del edificio que se prolonga por los laterales y que fue construido en el siglo XIX. La sacristía está en el lado sur junto a la cabecera. A ella se accede por una puerta en arco de medio punto de dovelas con molduras por la parte del intradós. Al exterior aparece la fecha 1629.
El ingreso al edificio se realiza a través de una portada renacentista en arco de medio punto entre pilastras que sostienen una hornacina vacía. Está protegida por un pórtico del siglo XIX, abierto en sus tres frentes, con arcos de medio punto. En el lado sur se conserva un pequeño acceso que quizás sea la primitiva puerta románica. Existe además una torre que se ubica en la cabecera, en el lado norte. Es de escasa altura, con un solo cuerpo, y apenas resalta respecto al resto del edificio.
El monasterio que se encuentra junto a la iglesia data del siglo XVIII. Es una sencilla construcción prismática con una portada en arco de medio punto. El conjunto se completa al oeste con un recinto vallado, al norte con un camino que lleva hasta la ermita de Santa María construida sobre la casa donde murió San Úrbez y la propia casa donde nació el santo y al sur con un albergue.
Entre los bienes muebles que se conservan en el conjunto destacan una pila bautismal románica labrada con motivos antropomorfos y vegetales y un arcón donde se guardó el cadáver incorrupto de San Úrbez desde 1701 hasta el 17 de octubre de 1936, cuando fue quemado. Ahora se conserva en él una reliquia del santo que se salvó del fuego.