Perviencias mudéjares en el Convento de Santa Ana

La iglesia del Convento de Santa Ana en Tarazona fue iniciada en 1601 bajo la dirección del maestro de Tudela Juan González. Se trata de una iglesia de planta de cruz latina, articulada en una única nave de tres tramos, crucero acusado en planta y cabecera plana. Excepto el crucero que esta cubierto con bóveda vaída, el resto de la iglesia se cubre con bóveda de cañón con lunetos sobre fajones que apoyan en pilastras y entablamento corrido. En el exterior del templo los paramentos están decorados con frisos de esquinillas a tresbolillo y cruces y ménsulas de ladrillo en voladizo en el alero.

Las pervivencias mudéjares del convento de Santa Ana se localizan en las bóvedas y en el intradós de los arcos, donde encontramos una decoración de yeserías con motivos geométricos de tradición mudéjar. El yeso es un material especialmente adecuado para la decoración, que tendrá su máximo desarrollo como pervivencia de este estilo durante el siglo XVII.