Palacio de los Marqueses de Ayerbe

Este palacio es un valioso ejemplo de arquitectura civil gótico renacentista aragonesa. Su construcción fue promovida por el barón Hugo de Urriés. Se sitúa en el centro de la población presidiendo la plaza Ramón y Cajal.

Construido en sillar de buena factura, sigue el esquema de planta cuadrada en torno a un patio interior de corte renacentista. Es posible que se iniciara a fines del siglo XV, pero la mayor parte de la fábrica es de entrado el XVI.

Su fachada principal se enmarca entre dos torres, y la puerta de acceso presenta un gran arco sobre el que se dispone el escudo de armas de los Urriés y un reloj de sol del siglo XVII. Esta fachada se abre en el piso inferior por vanos adintelados y en el superior discurre, entre las torres, una galería aragonesa de arquillos. Todo el conjunto aparece coronado por almenas de sillería.

El patio fue de planta rectangular y organizado en dos plantas, pero sólo quedan restos de dos crujías, la E y la S. El ala O parece muy remodelada y la N ha desaparecido. Al quedar abierto por el lado N, este espacio interior se ha convertido en calle que comunica directamente con la plaza través de la puerta de entrada al palacio.

El cuerpo bajo era arquitrabado con columnas de piedra anillada y capitel con arquillos conopiales; tan sólo se conservan dos columnas de la antigua arquería en el lado Este. El cuerpo superior constaba de una serie de arquerías semicirculares apoyadas en columnas de piedra con capitel toscano que, a su vez, apoyan en pretil con medallones en el frente. El lado Este conserva el alero original con doble fila superpuesta de canetes.

En el interior quedan restos de un patio que en la actualidad funciona como callejón de comunicación con la plaza que el palacio tiene delante. Conserva alguna estancia cubierta con alfarje o artesonado; destacando el de la caja de escaleras, en cuyo interior abre una logia con arcos. El resto de las dependencias han sido muy modificadas.