De la antigua muralla de Alcañiz se conservan dos tramos asociados a dos torreones en distintos puntos de la localidad. Uno de los torreones, de difícil percepción, se situa cerca del actual puente que cruza el Guadalope. Es de planta cuadrada, situado junto a una de las puertas de la ciudad hoy desaparecidas en el punto en que el camino de acceso salvaba el río. Es de considerable altura y construido en sillería y sillarejo, su fachada da a la carretera y está encalado con huecos para ventanas y balcones.
El otro torreón es una construcción de cuatro plantas más un ático-solana. La zona de la planta baja es de sillería, como aparentemente era en su totalidad, aunque no se puede apreciar por el revoco que la cubre. Es utilizada como vivienda y se han abierto en la fábrica diversos huecos, totalmente confundido con el resto de las viviendas.
La capilla de Loreto está abierta sobre otro portal de la muralla, se trata del único portal conservado. La puerta posee un arco de medio punto, con muro ciego encalado a extramuros y capilla arbierta en arco rebajado con hueco para campana en lo alto a intramuros. Sus jambas es lo único que se conserva en sillería.