Historia
Construcción original. Siglo
XIII
Esta construcción responde a la iniciativa particular de una de las principales familias del reino de Aragón, ya que se trata de una fundación de Doña Marquesa Gil de Rada, hija del rey Teobaldo II de Navarra y esposa de Don Pedro Fernández de Hijar, hijo natural del monarca aragonés Jaime I. Esta fundación, fechada en 1276, fue concebida para el retiro de las damas principales, implica el patronazgo de la Casa de Hijar y la vinculación a las monarquías aragonesa y navarra, mantenido hasta el siglo XIV.
En el exterior del convento del Santo Sepulcro se conserva un tramo de la muralla romana de Caesaraugusta, que en esta zona ha conservado un amplio tramo de lienzo de sillería entre dos torreones (uno de ellos conocido desde 1975) levantados con el mismo aparejo y argamasa tras la muralla de sillares, y cuenta con restos de un posible dique romano de contención del río. El lienzo se pierde tras los edificios en dirección al Coso. Presenta recrecimientos de diversas cronologías, regularizadas a través de los remates de ladrillo de época bajomedieval.
Adición de inmuebles. Siglo
XIII - XIV
Entre los siglos XIII y XIV, se realiza la ampliación del Monasterio, que aproximadamente seguirá este orden cronológico: construcción de la Sala Capitular, iglesia conventual, claustro, refectorio y segunda planta del claustro. Fray Martín de Alpartir es el principal responsable de la transformación y expansión de este nuevo Convento; Canónigo del Santo Sepulcro de Calatayud, Tesorero y prelado de confianza del arzobispo Don Lope Fernández de Luna (1352-1382), se convierte en uno de los principales mecenas del Aragón de la primera mitad del siglo XIV.
La Iglesia Conventual (actualmente funciona como pequeña capilla) ha sufrido numerosas modificaciones; se adosa al claustro junto a la Sala Capitular, de planta rectangular, dividida en tres tramos a través de dos arcos diafragma rebajados, y cubierta por un alfarje de madera policromado, con decoraciones de lazo mudéjar y apeado en modillones de rollo.
En el siglo XVI, se realizan nuevas construcciones (el Nuevo Refectorio y el edificio del Mirador) y se reforman algunas estancias antiguas (como el refectorio medieval). El Antiguo Refectorio, realizado hacia 1393, cuenta con una bodega subterránea cubierta con bóveda de medio cañón realizada en ladrillo, sobre la que se dispone el refectorio cubierto por bóvedas de crucería simple en cuyas claves se hallan las armas del Santo Sepulcro, de Don Lope y del rey de Aragón. Fue remodelado en 1560, según reza una inscripción, y se añade un arrimadero de cerámica de Muel. Sobre la puerta de acceso se observa el escudo de Don Lope Fernández de Luna.
Realización de obra arquitectónica. Siglo
XIX
Entre 1883 y 1884 se procede al derribo de parte del convento para construir una nueva fachada en ladrillo visto, en la que se reutilizan los azulejos de arista de Muel del antiguo refectorio para formar los frisos que la decoran; obra de Don Ricardo Magdalena, se inscribe dentro de la tradición Historicismo imperante a finales del siglo XIX.
Restauración. Siglo
XX - XXI
El Gobierno de Aragón ha sido el promotor de varios proyectos de restauración entre los años 1988- 1993 y en el año 2009 que han afectado a gran parte del edificio. El presupuesto de las intervenciones ascendió a 239.215 euros.
Declaración. Siglo
XIX - XXI
El antiguamente llamado Real Monasterio de Comendadoras Canonesas de la Orden Militar y Pontificia del Santo Sepulcro fue declarado Bien de Interés Cultural por Real Orden de 10 de agosto de 1893 del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, publicado en la Gaceta de Madrid de 22 de agosto de 1893.
El Boletín Oficial de Aragón de 8 de enero de 2003 publica la Orden de 5 de diciembre de 2002 del Departamento de Cultura y Turismo por la que se completa la declaración originaria de Bien de Interés Cultural del denominado Monasterio de la Resurrección, de la Orden de Canonesas Regulares del Santo Sepulcro, en Zaragoza, conforme a la Disposición Transitoria Primera de la Ley 3/1999, de 10 de marzo, de Patrimonio Cultural Aragonés.