Aunque Alfonso I intentó conquistar la población a los musulmanes varias veces, fue Alfonso II quien lo hizo en 1179, encomendando su repoblación a Gascón de Castellot, tenente de Castellote. Poco después fue de nuevo reconquistada por los musulmanes y tomada definitivamente por el mismo monarca en 1194. Se entregó a la Orden del Santo Redentor de Alfambra y posteriormente a la del Temple, quien repobló la zona, constituyendo allí la base de la futura encomienda de Cantavieja. Cuando se disolvió esta orden, la villa pasó a los Hospitalarios de San Juan, perteneciendo a la encomienda de Cantavieja hasta 1812, fecha en la que la primera Constitución liberal puso fin a los señoríos eclesiásticos y posteriormente desamortizó sus bienes. Durante las guerras carlistas en el siglo XIX se vio involucrada en los combates.
La torre sería construida entre los siglos XIV y XV, tal vez por algún comendador sanjuanista como lugar residencial. Tiempo más tarde se construyó a su lado una finca de labor, con lo que se constituyó la típica tipología de casa fuerte de esta zona. Esta torre es el elemento más importante, de planta cuadrada, mampostería reforzada por sillares y rematada por almenas. La puerta es en arco de medio punto y sobre ella campea un escudo.