Iglesia de San Miguel

La iglesia de San Miguel, también llamada del Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo, forma parte de las conocidas como «Iglesias del Serrablo» y se ubica en lo alto del pueblo abandonado de Otal. Este grupo de iglesias oscenses, situado en el margen izquierdo del río Gállego, está considerado único por sus características estilísticas singulares. Aunque para algunos son obra de mozárabes del siglo X, se consideran obra del primer románico aragonés con arcaísmos locales de adaptación al entorno

La iglesia en origen poseía planta rectangular de una sola nave, doble presbiterio atrofiado y ábside semicircular. De esta nave se conservan las esquinas y fragmentos del muro sur. Se cubría con techumbre de madera a dos aguas. El doble presbiterio se cubriría con dos arcos de medio punto sin moldura biselada en sus arranques. El ábside semicircular, que presenta un perfil en forma de talud, se cubre con bóveda de horno. El suelo está compuesto de losas de gran tamaño y en él se conservan algunos enterramientos.

En la construcción se abrieron algunos vanos: uno bastante grande, cubierto por arco de medio punto, que se sitúa en el hastial oriental justo sobre el ábside y, en éste último, se abrieron tres ventanas de doble derrame cubiertas por bovedillas capialzadas.

En el siglo XII se levantó una torre adosada al lado norte de la iglesia, que se cubre con tejado a cuatro vertientes y cuyo tejaroz se apoya en canecillos simples.

Lo más destacable al exterior es la decoración del ábside que presenta la disposición y los elementos característicos de la tipología del «círculo larredense» dentro de las iglesias de Serrablo. Sobre un basamento liso se desarrollan 20 lesenas en las que apoyan 9 arquillos ciegos cuyas dovelas se disponen en sentido radial. Bajo el tejaroz un friso de 29 baquetones recorre el muro.

La iglesia fue reformada en el siglo XVI ampliándose con una nueva nave lateral en el frente meridional.