Las Fiestas del Santo Cristo y San Vicente Ferrer y la Mojiganga tienen lugar en la localidad oscense de Graus, en la Comarca de la Ribagorza en Huesca, anualmente los días 12 al 15 de septiembre. Es una de las celebraciones patronales más destacadas del programa festivo aragonés en la que tiene especial relevancia la Mojiganga. Por esta razón fue declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional en el año 1989 (BOE 16-5-1989), declaración que se otorgada aquellas a las fiestas que supongan manifestaciones de valores culturales y de tradición popular, con especial consideración a sus características etnológicas y que tengan una especial importancia como atractivo turístico.
La celebración parte de la conmemoración de la visita de San Vicente Ferrer a la Villa de Graus en el siglo XV, como escala en su viaje desde Valencia a Avignon llamado por el papa Benedicto XIII y de su donación de la imagen del Santo Cristo a la población. Lo cual dio lugar al nacimiento de la Cofradía de Penitentes cuya misión fue cuidar la imagen y organizar las procesiones y actos relacionados, germen de la celebración religiosa de la festividad.
Las Fiestas grausinas son singulares por la manifestación del espíritu mixto profano y religioso, propio del sincretismo que asimiló las celebraciones del ciclo anual precristiano al calendario litúrgico católico. Conservando ese espíritu trasgresor del orden establecido, conviviendo en estos días lo oficial y lo burlesco, para culminar con la Mojiganga, teatro popular que satiriza y parodia los acontecimientos anuales de la villa, género menor que se desarrollo sobre todo en el siglo XVII aproximándose al entremés barroco.
Son momentos importantes de las Fiestas: el Pregón, el repique de campanas que comienzan las fiestas el día 12 a las 12 horas, el desfile de carrozas con la banda de música, los gigantes- cabezudos, caballez y furtaperas, la recepción de gaiteros en el puente de Abajo, los cantos de las Albadas, los dances de palitroques, espadas y cintas, la Misa mayor, La Llega y el reparto de los cordoné, el Llibre o programa de Fiestas escrito en grausino.
Cada fase de la fiesta es importante en los acontecimientos festivos, cada espacio en la villa de Graus se convierte en protagonista de los actos festivos, destacando de manera especial la Basílica de la Virgen de la Peña, la Iglesia Parroquial de San Miguel y la Plaza mayor con sus magníficas casas palacio, que constituyen una auténtica escenografía de los actos en el marco incomparable de la arquitectura ribagorzana. Las Fiestas de Graus provocan además un sentimiento de comunidad colectivo entre los vecinos, que se hace extensivo no sólo a la Ribagorza, sino también al resto de la Comunidad aragonesa, entendiendo que forma parte de nuestro Patrimonio Cultural Inmaterial.
Pero sin duda el acto más multitudinario es la Mojiganga que recorre la plaza mayor la tarde del día 13 de septiembre. Su origen se remonta al siglo XVII y se recupera como tradición festiva en 1979. Se trata de una comparsa en la que participan los habitantes de Graus en una representación satírica de la vida social de la población. Este drama de máscaras consta de dos partes: el Desfile de reyes hasta la plaza, acompañado por los danzantes y gaitas de Graus y una representación teatral satírica y crítica que se desarrolla en la propia plaza.
Es muy significativa la participación de los danzantes la mayoría de los actos con los que se honra al Santo Cristo. Participan en la procesiones religiosas, en la Plaza mayor los días 13 y 14 y en la Mojiganga. Bailan diferentes tipos de dances como son: la cardelina, la mudanza de los palitroques, el baile de cintas y el de espadas.
Otra singularidad de las fiestas de Graus es el Furtaperas, un muñeco que da vueltas a un tronco, colgado en el balcón del Ayuntamientos. Son diversas las interpretaciones que se arrojan sobre su origen. Por un lado se sostiene la tradición de que representa a un ladrón de fruta al que se condenó a pasar las fiestas dando vueltas a un árbol. Por otro lado, en la tradición popular aragonesa, estos muñecos representan al invierno, estación que nos roba la fruta veraniega.
Las fiestas del Santo Cristo y San Vicente Ferrer tienen también manifestaciones de carácter literario como es el Llibré de Fiestas en el que se incluyen los saludos de las más altas personalidades de Graus, artículos de opinión, se recogen tradiciones y los grausinos publican sus poesías y relatos, muchas veces redactados en aragonés de la Ribagorza.