Exvoto ibero zoomorfo- Museo Juan Cabré

Figura de gallo estilizada. A destacar abundantes acciones de limado y restos de rebaba de fundición destacando la cresta y la papada así como la muy significativa cola. Metal estable. Se aprecian perfectamente todas las características anatómicas del gallo, cresta, pico. las patas se funden en una misma peana.

La técnica de fabricación de los exvotos era la fundición llamada «a la cera perdida» que fue la manera corriente de fabricarse los bronces votivos en la Hispania Prerromana. Los íberos ofrecían a sus dioses estas figurillas o exvotos con formas diversas, en agradecimiento de un beneficio o para implorar una curación personal o propiciar un bien. Estas figuras representan: mujeres, varones, guerreros, animales, etc… Entre los exvotos ibéricos no se encuentra ninguno que represente a los dioses propios de su religión, ya que en ella el íbero busca ante todo una utilidad práctica.

Juan Cabré e Ignacio Calvo explican que en su primera campaña de excavaciones en 1916, los animales que aparecen en el Collado de los Jardines son caballos. El gallo es más frecuente en la pequeña metalistería romana, por lo que tal vez esta pieza pueda asociarse al momento final del yacimiento. En la campaña de 1918 Calvo y Cabré indican que hallaron un gallo con las alas extendidas mientras que en la de 1917 hallaron osos y toros.

El Santuario del Collado de los Jardines está situado en plena Sierra Morena Oriental, en el término municipal de Santa Elena (Jaén). Es remarcable su importancia por la gran variedad y número de exvotos de bronce encontrados, unos 2.500 aproximadamente.