La ermita de Santo Domingo está situada en las afueras de la población, en lo alto de una pequeña loma que se destaca sobre las planicies que la rodean. Constituye, por sus valores artísticos y constructivos, un conjunto de edificación armónica y esmerada ejecución que ha sido calificada como modelo de ermita del siglo XVIII. En 1732 se aprueba la capitulación presentada por el maestro de obras José Bielsa para su construcción.
El edificio presenta una tipología constructiva frecuente en la comarca, combinando en su fábrica mampostería, con algunos elementos en ladrillo y sillar en las esquinas. Posee dimensiones propias de iglesia, con armoniosas proporciones, buena traza y ejecución.
Es una construcción con planta de cruz latina, de nave única de tres tramos, cabecera en ábside poligonal y crucero de extremos poligonales, cubriéndose con bóveda de lunetos y cúpula con elevada linterna en el crucero.
El armónico y diáfano diseño del espacio constructivo se ve complementado por yeserías ornamentales que combinan elementos barrocos y neoclásicos, concentrándose especialmente en la gran cúpula del crucero y la cabecera, destacando sobre los muros y bóvedas enlucidos y encalados.
En el exterior, de gran rotundidad volumétrica, se añadieron un pequeño porche de entrada, dos contrafuertes a cada lado de la nave y una espadaña sobre el hastial. El elemento más sobresaliente es la bella linterna de ladrillo que se eleva, muy destacada, sobre las cubiertas y el cuerpo octogonal que envuelve la cúpula. Varias labores de ladrillo conforman las cornisas de los diferentes volúmenes. En una intervención reciente se colocó un zócalo de hormigón armado para reforzar el perímetro de la nave.
La portada de la ermita se sitúa a los pies de la nave, abriendo en gran arco de medio punto dovelado y con impostas molduradas; se le añadió un pequeño porche de ladrillo abierto al oeste en gran arco de medio punto y con accesos laterales, estando cegado el del lado norte. Por encima de la cubierta a dos aguas del porche se eleva el hastial, abierto por el óculo del coro y realizado en ladrillo.
Sobre las cubiertas se destaca la elevada linterna que corona el cuerpo octogonal que envuelve la cúpula. Es de planta octogonal, con pilastras en los ángulos y con vanos en arco de medio punto y se remata con un cupulín.