Ermita de Santa María de la Huerta

La ermita de Santa María de la Huerta está situada fuera de la población, en un cruce de caminos. Actualmente sirve de capilla del cementerio y delimita el casco urbano. Por las pinturas murales que se hallan en su interior, de estilo gótico lineal y por los materiales empleados en la construcción se podría datar de finales del siglo XIII o principios del  XIV.

La iglesia actual mantiene gran parte de la obra originaria, habiéndose construido tan sólo la cabecera en el siglo XVI y una capilla en el lado norte. Parece que el edificio primitivo se organizaba en una sola nave, sin capillas, dividida en cuatro tramos, con pórtico único a los pies.

Lo más destacado del templo es el conjunto de pinturas murales del siglo XIV de estilo gótico linealque se localiza en la zona correspondiente a la primitiva iglesia. Decora los cuatros tramos de la nave central, a partir de la línea de imposta, sobre los arcos apuntados y en el muro situado a los pies de la iglesia, sobre la puerta de entrada. Cubren una superficie aproximada de 165 m², aunque es posible que originariamente se extendiera a todo el interior. Se puede distinguir la representación de la Adoración del Cordero Místico rodeada por el Tetramorfos y veinticuatro figuras aladas. También aparecen recreados distintos pasajes como el Calvario, Pentecostés y la Aparición de Cristo a los Discípulos. Con respecto a la decoración de los arcos, destaca la representación de un calendario agrícola del que se conservan los meses de abril y octubre.

Hoy esta ermita, prácticamente sin culto, tan solo se utiliza para la festividad de Todos los Santos y durante Semana Santa.