Ermita de San Antón

Se trata de un edificio que, bajo la actual advocación de San Antón y reducida al rango de ermita, fue en el siglo XI la iglesia del monasterio de San Juan Bautista. Está construida con un aparejo de arenisca, trabajado muy rudimentariamente, que alterna el sillarejo y la mampostería de grandes bloques.

Su planta es ligeramente irregular y consta de tres naves y triple cabecera semicircular. Los ábsides se cubren con bóveda de cuarto de esfera y las naves con medios cañones sobre arcos fajones, que dividen el espacio de la nave central en cuatro tramos, y en tres tramos las laterales.

Los vanos más interesantes son uno en forma de cruz griega en el muro de los pies y otro geminado, en el muro sur, de factura muy tosca. La ermita cuenta con dos puertas: una se encuentra a los pies y otra en el tercer tramo del costado sur.

Al exterior, la decoración de tradición lombarda se concentra en la parte alta de los ábsides, donde se desarrolla un friso de arquillos ciegos rematados por una banda de dientes de sierra. A finales de los años 70 aparecieron en el interior del ábside central y sur unas figuras geométricas pintadas (cruces y círculos), de ejecución pobre, que posiblemente sean del siglo XI y que fueron trasladadas al Museo Diocesano de Barbastro.