Edificio e iglesia de San Agustín

El edificio e iglesia de San Agustín forman parte de lo que fue el Convento de San Agustín de Caspe. Concluidas las obras en 1623, este conjunto arquitectónico formado por iglesia, claustro y dependencias conventuales, ha sufrido distintas transformaciones a lo largo de su historia.

Constituye un ejemplo de arquitectura clara, ordenada y funcional que sigue el canon del modelo monástico del siglo XVII. Los agustinos habitaron el Convento hasta el siglo XX cuando pasó a manos de los franciscanos, quienes destinaron parte de sus dependencias a la enseñanza. En la actualidad parte de estas instalaciones han sido cedidas al Ayuntamiento de Caspe para usos educativos y culturales.

El Claustro es el elemento principal del conjunto, en torno al cual se construyen los demás edificios. Tiene planta prácticamente cuadrada y consta de dos pisos, construidos en ladrillo. La planta baja presenta una galería de arcos de medio punto que apean en columnas toscanas de piedra sobre plinto, corriendo por encima de la arquería una imposta formada por una hilada de ladrillo curvo. Esta planta baja se cubre con bóveda de cañón con lunetos y bóveda de crucería en los ángulos.

El piso superior es de menor altura, abriéndose con amplios vanos cuadrados enmarcados por pilastras. La cubierta fue modificada en el siglo XVIII,  por lo que presenta una bóveda de lunetos muy rebajada. El patio del claustro presenta una solería de canto rodado, alzándose en el centro un pozo de piedra.

Por otra parte, las dependencias conventuales, se desarrollan en tres de los lados del claustro. Se distribuyen en tres plantas,  en las superiores se conservan algunas de las habitaciones primitivas, pero el resto han sido modificadas a lo largo del tiempo, en función de las necesidades de la orden. Las fachadas fueron realizadas en sillería y coronadas con alero de ladrillo. Actualmente solo se conserva la fábrica de sillar en la parte baja de la fachada principal, donde se abren dos puertas con arco de medio punto dovelado. En una de ellas, sobre el arco se halla un escudo episcopal.

Cerrando este conjunto arquitectónico, encontramos la iglesia de planta basilical, de nave única dividida en cuatro tramos y capillas entre los contrafuertes. El crucero, que no sobresale en planta, está cubierto con una gran cúpula sobre pechinas. A los pies de la nave se halla el coro elevado sobre arco rebajado donde se sitúa la portada. En 1788 se construyó la capilla de San Nicolás, abierta al crucero en el lado izquierdo, de planta rectangular con un tramo cubierto con bóveda de lunetos y otro con cúpula. La iglesia también cuenta con una tribuna sobre las capillas laterales. Cabe destacar la decoración barroca y las labores de talla en la carpintería del edificio.