Adahuesca fue reconquistada por los cristianos tras la caída de Alquézar en el 1069 aunque volvió a manos musulmanas poco después y definitivamente a cristianas en el 1095. Fue de realengo hasta 1381 en que Pedro IV la entregó a Bartolomé Beltrán.
El castillo del Cementerio Viejo es un palacio que se encuentra en el centro de la población, en la plaza Mayor y seguramente mandado construir por algún señor local. Tiene planta trapezoidal, de unos 25 metros de lado mayor. Posee dos puertas de acceso, la principal en arco de medio punto de ladrillo con dos arquivoltas apuntadas, de piedra, que apean en imposta moldurada, y otra arquitrabada, que sería la secundaria.
Se estructura en tres plantas, la inferior de sillares y las otras dos construidas en ladrillo. La segunda planta posee balcones y la última la típica galería, aunque los vanos no son en arco. En este nivel posee dos buhardas perforadas por estrechas saeteras que protegerían esta parte del edificio. Se remata mediante tejado con el correspondiente alero.
En el flanco Sur se sitúa un almacén de construcción reciente que integra dos muros de lo que pudo ser una torre, realizados con hiladas de sillería. En el interior del recinto, frente a la puerta, hay un basamento de argamasa y cantos. Al Suroeste hay restos de una torre, excavada recientemente, con muros muy gruesos y una pequeña estancia en cuyos sillares aparecen diversas marcas de cantero: flechas, estrellas, ángulos, cruces…
La mitad inferior de la muralla es más antigua. Dispuesta en talud, está realizada con sillería tosca colocada en hiladas a soga. Este primer nivel lo delimitan claramente un par de vertedores para evacuar agua, inutilizados al recrecer el paño unos 3 metros. El sector meridional fue reparado, incrustando calces de teja, quizá en el siglo XVI.