Sobre la colina inmediata al caserío de Cimballa se alzan los imponentes restos de este castillo. De situación fronteriza con Castilla, el castillo de Cimbaya formaba parte de la comunidad de aldeas de Calatayud, sesma del Río Ibdes. En 1367 Pedro IV ordenó que se repararan sus muros y en 1373, una vez terminada la guerra con Castilla, se comisionó al baile de Aragón, Domingo López Sarnés, para que visitara personalmente las reparaciones que se habían hecho en sus defensas.
Se componen de un paredón de mampostería que se asienta sobre una roca, con grandes sillares formando su base. Este muro debió pertenecer a la torre mayor. A sus lados, se adosan los arranques de las paredes contiguas, que apenas llegan a los 2 metros.
Esta estructurada en tres plantas, la primera apoyada sobre un rebaje de la pared y las otras sobre troncos, de los que aún quedan restos empotrados en la pared. Conserva parte de su remate almenado y dos hileras de estrechos ventanales, enmarcados por sillares y con gran abocinamiento interior. Se construyó en el siglo XV y debió ser grandiosa a juzgar por las dimensiones de su planta, unos 12 metros de lado por 15 de altura. Estaba protegida por un recinto ovalado que se extendía sobre la falda del monte, del que quedan algunos restos con obra de piedra sin mampuesto.
En el lado que mira hacia el monte poseía para su defensa un foso excavado en la roca y en su interior, cerca de la torre, se aprecia una depresión del terreno en el lugar donde se encontraba el aljibe.