La Casa San Agustín, conocida popularmente como la «Casa de Las Lástimas», es obra del arquitecto José Beltrán Navarro y fue construida en 1933. Se localiza en la esquina entre las calles Cortes y Ricafort de Huesca. Constituye uno de los escasos ejemplos de arquitectura racionalista de Huesca. Destaca por su arquitectura progresista acorde con la vanguardia arquitectónica del momento y se encuadra plenamente en el racionalismo.
Es un edificio de volumen equilibrado cuyo eje principal de simetría es un chaflán. Sobre una planta baja se desarrollan tres pisos más. En los laterales destacan miradores que se prolongan a lo largo de las fachadas de las calles Cortes y Ricafort. Estos miradores dotan al edificio de una escala acorde con la monumentalidad del entorno y sus formas curvas en las esquinas contrastan con el chaflán poligonal. La gran plasticidad de este edificio se potencia con el color rosado de sus fachadas.
En su construcción se utilizaron las nuevas tecnologías de principios del siglo XX como su estructura de hormigón armado, la cubierta plana y la cerrajería de perfiles metálicos de origen industrial.