Entre la arquitectura civil de la población cabe destacar Casa Palacio. Se trata de una enorme mansión fortificada, construida a finales del siglo XV o principios del XVI. Es un edificio de planta rectangular, de gran tamaño y está construida sobre un plinto rocoso. Cuenta con tres plantas que le confieren un aspecto de gran envergadura, destancando entre el resto del caserío, con más empaque que la propia iglesia.
El edificio es de mampostería aunque utiliza el sillar en elementos decorativos, como enmarcando los vanos y reforzando las esquinas. El acceso a la vivienda se realiza al sur mediante un arco semicircular y zaguán abovedado. Así mismo cuenta con un escudo de armas a la derecha de la entrada.
En la esquina sudoeste se levanta un espléndido torreón cilíndrico, con la parte baja ligeramente troncocónica y ataludada, con remate en tejadillo cónico. El torreón es de mampostería, como el resto del inmueble, cuenta con muros de unos 0,85 metros en la planta baja, siendo su diámetro interno de 1,80 metros, pasando a 2,25 en el piso superior. La planta inferior de la torre tiene entrada adintelada que no es la original. Se observan dos aspilleras una con salida circular y la otra central. En la segunda planta se comunica la torre con el resto de la casa, en este piso se abren dos ventanas rectangulares con arista biselada y otra aspillera circular. La torre se remata con un recrecimiento de construcción reciente, con cúpula y cubierta de losa. El resto del edificio se cubre con un tejado a cuatro aguas.
La Casa Palacio fue restaurada a lo largo de los años 1999 y 2000 por su propietario, Enrique Gabás Cabrero.