Casa Heredia

La Casa Heredia se localiza en la Plaza  Mayor de Graus adosada al Ayuntamiento. Forma parte del conjunto arquitectónico de esta plaza porticada junto con otras casas-palacio de gran importancia en la arquitectura civil ribagorzana. Perteneciente a la familia Heredia, proviene de la adición de varias viviendas cuya ejecución se llevaría a cabo a mediados del siglo XVII y cuya figura clave fue Ignacio de Heredia y Alamán, miembro de esta familia que estuvo al servicio de Carlos III.

Es un edificio de planta cuadrada y tres pisos, cuya parte inferior se integra en la estructura porticada que configura la plaza mediante vanos adintelados sostenidos por columnas similares a las de la cercana casa Barón.

En el interior del edificio se ha combinado la recuperación de elementos existentes, la reconstrucción de otros reproduciendo sus características originales y la nueva construcción, que se ha diferenciado con claridad de las partes antiguas. En concreto, se ha reconstruido la escalera central y la planta primera, se han mantenido las fachadas perimetrales y se han descubierto y consolidado interesantes elementos en las bodegas, como varios arcos apuntados.

Uno de los elementos más interesantes de la fachada es su decoración pictórica, que ha sido recuperada recientemente a partir de los restos que se conservaban bajo un revoque moderno. Los motivos decorativos varían en ambas plantas, que se encuentran separadas por una triple imposta con finas molduras, entre las que se disponen dos bandas horizontales de decoración pictórica.

La fachada está dividida mediante dos pisos de balcones, tres por planta, dispuestos a distancias regulares, y un alero cóncavo de gran vuelo, decorado por pinturas dispuestas en varias escenas.

En la planta baja los vanos de los balcones están enmarcados por pilastras adosadas acanaladas pintadas y en los lienzos situados entre ellas se dispone decoración menos abundante que la existente en la planta superior. En el paño central, más ancho, hay pintado un reloj de sol, con la varilla inserta en una figura que representa un sol flanqueado por las letras alfa y omega. En la planta superior la decoración es más abundante, aunque dispuesta en composiciones muy equilibradas, y con diferentes motivos pictóricos. Los elementos que enmarcan en este caso los vanos son columnas con capiteles compuestos. En los paños situados entre ellas se dispone la decoración, en la que predominan los motivos vegetales.

El alero está separado en grandes cuadros por pilastrillas acanaladas en ligero relieve, configurando de este modo los marcos para las once escenas, cuyo remate superior, entre las pilastras, es en curva de perfiles mixtilíneos. Las pinturas representan la parábola del hijo pródigo, con personajes que alternan vestimentas bíblicas y contemporáneas y rasgos estilísticos de carácter barroco popular.