El Colegio de San Nicolás de Bari de Teruel fue construido entre 1907-1909, bajo el proyecto del arquitecto Francisco López Pascual. Es uno de los edificios premodernistas más relevantes de Teruel. Fue concebido para albergar un colegio e internado para niños pobres o huérfanos.
El edificio se ubica en un amplio solar del actual barrio de San Nicolás y presenta un esquema en H simétrico y claramente funciona. Cuenta con una planta sótano, planta baja, primera planta y bajo cubierta. En la fachada principal, el cuerpo central forma con las alas laterales un amplio ámbito de acogida presidido por el módulo levemente resaltado que contiene el acceso principal y está rematado con un frontón de marcado carácter representativo.
La unidad del conjunto queda reforzada por el tratamiento común de las fachadas, realizadas en mampostería de piedra con las esquinas resaltadas en piedra de sillar y huecos exteriores recercados con labores de ladrillo y piedra. Los vanos se disponen de forma proporcionada y homogénea, confiriendo al conjunto una gran elegancia y armonía. La rejería, atribuida a Matías Abad, combina formas lineales con curvas y motivos florales. Destaca la de la puerta principal del edificio, dado que es una de las forjas modernistas más importantes de Teruel.
Se trata de un edificio muy bien resuelto, que manifiesta con claridad los detalles propios de su estilo en el cerramiento, en la traza del alero y en el característico aspecto del conjunto. Por otro lado, es una de las instituciones benéficas y educativas más arraigadas en Teruel capital y provincia, ya que han sido miles los niños y jóvenes turolenses que han pasado por sus aulas gracias a la labor desarrollada por los hermanos Terciarios Capuchinos.