El conjunto de pinturas rupestres de Albarracín (Teruel) está considerado como excepcional no sólo en Aragón, sino a nivel internacional, tanto por el abundante número de enclaves como la peculiar característica de ser el único lugar donde las figuras están pintadas de color blanco, que resaltan sobre el frente rojizo de las paredes de los abrigos. El abrigo del «Prado de las Olivanas» (Tormón) está algo alejado del conjunto.
Fue descubierta en 1926. Desde entonces fue estudiada por investigadores como H. Obermaier, H. Breuil y M. Almagro. Contiene pinturas muy variadas, de diferentes estilos y colorido, como esquematizaciones humanas, ciervos, bóvidos y diversas figuras repintadas, dispuestas en un friso de 10 m. de longitud.
Destaca una escena en la que la figura de un arquero se acerca a su presa a grandes zancadas, portando arco y flechas, con un curioso sombrero de copa y visera, con dibujos en su pecho que podrían representar un tatuaje.
El Abrigo de los Toros del Barranco de las Olivanas está incluido dentro de la relación de cuevas y abrigos con manifestaciones de arte rupestre considerados Bienes de Interés Cultural en virtud de lo dispuesto en la disposición adicional segunda de la Ley 3/1999, de 10 de marzo, del Patrimonio Cultural Aragonés. Este listado fue publicado en el Boletín Oficial de Aragón del día 27 de marzo de 2002.